Son muchos los factores que afectan a la calidad del aire interior. Las personas reaccionamos de una manera individual a cada una de las distintas variables, por lo que determinar el origen de los problemas de calidad del aire interior no es nunca tarea fácil. Las causas son la suma de conjuntos combinados de factores, por lo que aislar la fuente de un síntoma es altamente complicado. (Si lo desea, puede leer más sobre los distintos factores que afectan a la calidad del aire interior aquí (en inglés).) Los últimos avances tecnológicos permiten estudiar y medir el aire interior de los edificios estancia por estancia sin necesidad de desmontar ninguna estructura.
Los equipos informan de la calidad del aire interior casi en tiempo real.
Los sensores proporcionan datos precisos de calidad del aire interior
Han aparecido en el mercado nuevos equipos que utilizan bandas de radio (por ejemplo, Sigfox) para informar de la calidad del aire interior casi en tiempo real. Estos equipos suben las variables de las mediciones a un servicio en la nube, donde se afinan los datos de los sensores y se monitorizan con la máxima flexibilidad según el caso. Como trabajan en una red independiente, no necesitan usar la conexión de red del edificio, ni siquiera electricidad, por lo que son muy fáciles tanto de instalar como de manejar.
Uno de los problemas más comunes de muchos edificios es la diferencia de presión con el aire exterior, que hace que el aire de renovación escape por las estructuras o drenajes. Si a esto sumamos el hecho de que la presión de aire exterior varía mucho en Finlandia con las estaciones y los cambios de temperatura, es evidente que la medición en tiempo real es una herramienta excelente para resolver este problema común de la calidad del aire interior.
La tecnología IoT ofrece una manera fácil y económica de monitorizar los resultados de las mediciones en función de los datos.
Esta tecnología también se puede usar para evaluar otros factores de la calidad del aire interior, como los compuestos orgánicos volátiles (COV), la concentración de partículas (PM2.5), el dióxido de carbono (CO2), la humedad y la temperatura. Con datos específicos por estancia basados en estos factores, podemos resolver una gran cantidad de problemas.
Podemos:
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- reaccionar cuando los valores de las estancias suben antes de que las personas empiecen a mostrar síntomas
- localizar la causa de un problema en una estancia concreta o un factor responsable
- verificar mediante mediciones si las medidas emprendidas realmente han resuelto el problema, y si cabe esperar de manera realista que las personas no van a seguir padeciendo el problema asociado a la calidad del aire interior (este es quizás el aspecto más importante)
- asegurarnos de que el problema no vuelva a aparecer, lo cual es fundamental para mejorar, por ejemplo, el aislamiento y la hermeticidad de un edificio.
La nueva tecnología IoT ofrece un enfoque preventivo, tiempos de respuesta más cortos y una manera más fácil, económica y fiable basada en datos de monitorizar los resultados de las mediciones. Sigue siendo necesario realizar pruebas de laboratorio, pero ahora estas ya se pueden enfocar de manera concreta en estancias y valores específicos. Todo esto propone ahorros de tiempo y dinero, y esperamos que también un aire interior de alta calidad en el que trabajar mejor.
Lea cómo puede conseguir aire interior limpio como servicio en edificios públicos.
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