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Debe considerarse el rendimiento de la ventilación cuando se analicen las causas de problemas del aire interno

 

¿Qué nos hace pensar que el aire interior es deficiente? Las causas son numerosas, y el tan debatido moho representa únicamente una pequeña parte del problema. De hecho, bastante más pequeña de lo que suele pensarse. Muy habitualmente, los problemas se deben a la actividad microbiana y a las emisiones microbianas, pero ¿cuántos factores deben identificarse aún? ¿Existe una carga química que puede perfectamente evolucionar y aumentar?

 

¿Cuánto ha cambiado nuestra respuesta con el transcurso del tiempo y a través de generaciones?

 

Normalmente, todos los edificios presentan actividad microbiana. Siempre ha existido en todas partes, y siempre existirá. No obstante, la pregunta es qué hace que sea perjudicial y cuándo ocurren actividad microbiana y desarrollos perjudiciales. Viejas cepas pueden haber estado en un estado latente durante años o décadas, y con el tiempo algo puede provocar que sean más agresivas. Si las condiciones son favorables, también surge nuevo desarrollo. El parque de viviendas envejece con el paso de los años y condiciones climáticas, como los inviernos húmedos, hacen que su mantenimiento plantee dificultades. No toda la actividad microbiana es perjudicial, no obstante. Ni siquiera el moho. Si lo piensa, los bosques están llenos de madera en descomposición, desarrollos de microorganismos y mohos y, no por ello nos hacen enfermar.

Según mi experiencia, el factor habitual es alguna clase de cambio que con bastante frecuencia está relacionado con la ventilación

 

 

¿Cuáles son los problemas derivados de cambios en la ventilación?

 

Según mi experiencia, el factor habitual es alguna clase de cambio que con bastante frecuencia está relacionado con la ventilación. Un edificio problemático puede ser "demonizado" y en ocasiones incluso demolido simplemente porque los conductos de aire han sido barridos deficientemente. Diversas impurezas solidificadas pueden acumularse en los conductos espirales. Entre ellas se incluyen, por ejemplo, partículas de emisiones del exterior, polvo de lana del aislamiento de fibra, polvo de construcción, arena fina, etc. Si el material no se elimina minuciosamente después del barrido, las impurezas pueden desplazarse y causar un efecto a largo plazo; y en el peor de los casos, también el aislamiento de las cajas difusoras o los silenciadores se rompen como resultado. En algunas situaciones, compuertas contra incendios se han cerrado sin que nadie lo apreciara, y las diferencias de presión resultantes pueden provocar problemas importantes. Incluso pequeños orificios pueden causar una fuga importante cuando el caudal es constante; de un segundo y minuto al siguiente, durante todo el día. Esto puede transportar impurezas desde ubicaciones sorprendentes.

Incluso si la ventilación se ha ajustado correctamente, pueden ocurrir cambios en el sistema de ventilación. Estos cambios pueden afectar al rendimiento, lo que justifica la importancia de la monitorización. Los filtros sucios o húmedos pueden cambiar drásticamente las relaciones de presión.

Cuando las licitaciones competitivas se inclinan considerablemente hacia el ahorro de costes, el resultado final puede resultar siendo más costoso porque el rendimiento de la solución es demasiado bajo; en ocasiones en principio y debido al uso previsto, o porque el número de usuarios ha cambiado. Otro ejemplo habitual de esta situación es un aumento en el tamaño de los grupos en centros de día. El aumento de las temperaturas, la ventilación insuficiente y la amplia carga de partículas relacionada con el funcionamiento pueden dar lugar a condiciones desagradables.

 

 

Incluso una pequeña cantidad de lana de aislamiento finamente molida irrita los ojos y las vías respiratorias

 

Cuando la presión es intensamente negativa, la propia ventilación puede activar problemas. En este caso, el sistema de ventilación trata de aspirar aire de fuentes donde el aire no está en absoluto limpio. Estas impurezas no siempre son mohos. Puede tratarse también de cemento u otro tipo de polvo de construcción. En ocasiones, la fuente se encuentra sorprendentemente alejada de las instalaciones en las que se experimentan los síntomas, lo que dificulta su identificación. La fuente puede encontrarse incluso en el sótano o en plantas subterráneas. Según mi experiencia, los problemas pueden derivarse de, por ejemplo, la creosota, cuando no puede identificarse ninguna fuente general evidente de impurezas del aire interior. Esto es habitual en edificios más antiguos en los que se haya utilizado creosota. La creosota presenta un olor desagradable, pero podría resultar imposible de detectar, ya que incluso concentraciones extremadamente bajas pueden causar irritación. Además, la actividad microbiana puede seguir el mismo recorrido desde el nivel subterráneo hasta las plantas superiores. Incluso conexiones muy pequeñas pueden causar problemas.

 

El problema suele encontrarse en el sótano o escaleras abajo, pero los síntomas pueden experimentase en plantas superiores

 

 

La causa de los problemas del aire interior puede encontrarse incluso en otra planta

 

Como es natural, primeramente se busca la causa en el mismo espacio en el que se experimenta el síntoma. No obstante, debe considerarse que el aire prácticamente siempre fluye hacia arriba, primero hasta los pasillos, escaleras y plantas superiores y, posteriormente, hasta las habitaciones. Cuando la presión es negativa, el aire fluye hacia las habitaciones o salas en las que se encuentran las salidas de descarga. Naturalmente, cada instalación dispone de rejillas de suministro y descarga, aunque las diferencias de presión dentro de un edificio no son tan distintas. Cuando la relación de presión total es ligeramente negativa, la presión de aire negativa se pierde en el entorno de las rejillas, en zonas como recepciones y pasillos, cada vez que se abre la puerta frontal. Cuando una habitación no dispone de conexión directa con el exterior, la presión permanece negativa y trata de estabilizarse. Esto implica que el flujo de aire básico se dirige hacia estas habitaciones. Como resultado, los síntomas ocurren en plantas superiores incluso a pesar de que el origen del problema suele encontrarse en el sótano o plantas inferiores.

¿Qué es el buen aire interior?

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