La rehabilitación finaliza, o un edificio de nueva construcción está listo, y las personas pueden mudarse a vivir. Todo debería estar en orden: las instalaciones son cómodas y todo huele a nuevo. No obstante, después de un tiempo, las personas comienzan a experimentar diversos síntomas: dolores de cabeza, síntomas de la piel, posiblemente sinusitis maxilar y fiebre. ¿Por qué? Después de todo, acaban de mudarse a unas instalaciones nuevas y confortables. Esta pregunta suele plantearse habitualmente.
¿Qué causa síntomas en edificios de nueva construcción?
La causa más habitual son los compuestos orgánicos volátiles (COV). En los edificios de nueva construcción existe un olor intenso derivado de los materiales, exactamente como cuando se entra en una tienda de muebles. Los olores o COV provienen de materiales de construcción y adhesivos y rellenos utilizados en tableros (por ejemplo, tableros de muebles, tableros acústicos, etc.). Además, los tejidos presentes en un edificio se tratan con retardantes del fuego que liberan COV. Los detergentes y ceras aportan sus propios olores al aire interior. Los olores son más intensos en salas donde la ventilación es insuficiente, o donde la temperatura ambiente es alta.
Las emisiones emanadas de materiales pueden ser más altas en edificios de nueva construcción durante los seis primeros meses o incluso más tiempo. Por este motivo se recomienda una ventilación más eficaz durante los primeros meses. La ventilación eficaz ayuda a retirar los compuestos emanados de los materiales con más rapidez.
El polvo de construcción permanece suspendido en el aire interior
Las emisiones de polvo durante la fase de construcción pueden permanecer en los edificios de nueva construcción a pesar de que se realice una limpieza cuidadosa antes del uso de las instalaciones. El polvo permanece en el aire durante un periodo de tiempo prolongado y se asienta lentamente. El polvo se compone de partículas que pueden dividirse en cuatro categorías de tamaño:
- Partículas grandes
- Partículas gruesas
- Partículas finas
- Partículas ultrafinas
Pueden requerirse incluso semanas hasta que se asienten.
Tabla: características de las partículas de polvo de varios tamaños
Partícula |
Tamaño |
Tiempo de suspensión |
Fases en el cuerpo |
Origen |
|
Partículas grandes |
Normalmente ∅ 50 μm – 125 µm |
Varía en función del tamaño |
Permanecen en la nariz y en las membranas mucosas de los ojos, pueden introducirse en el sistema digestivo desde las manos |
Partículas antropogénicas y partículas naturales, grupos de partículas y fibras. Polvo de carreteras, polvo de arena, polvo mineral, polen, esporas de moho, alérgenos |
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Polvo |
inferior a 100 µm |
De segundos a horas |
Permanece en la nariz y en el tracto respiratorio superior |
Polvo de tejido, fibras de materiales de construcción |
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Partículas inhalables = partículas gruesas |
2,5 µm – 10 µm |
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Partículas finas |
inferior a 2,5 µm |
De días a semanas |
Se introducen en bronquios y alveolos no ciliados |
Productos de combustión de vehículos, fuegos de campamento, humo de tabaco, ceniza, aceite y partículas de metales pesados |
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Partículas ultrafinas |
inferior a 0,1 µm |
- |
Se introducen en alveolos y partes de la circulación |
Tabla 1: características de las partículas de polvo de varios tamaños (1)
La limpieza cuidadosa antes del uso de las instalaciones elimina la mayor parte de las partículas en el aire. No obstante, la protección cuidadosa incluso durante la fase de construcción/rehabilitación es fundamental. Esto contribuye a evitar la acumulación de impurezas en, por ejemplo, canales de ventilación, tuberías y las partes superiores de lámparas y sus fijaciones a las superficies de paredes.
No obstante, la limpieza minuciosa no siempre resulta suficiente porque el aire continúa asentándose durante varios días después de la limpieza. Los materiales de construcción y los tableros adhesivos en el mobiliario nuevo liberan COV mucho tiempo después de que se haya iniciado su uso. En edificios de nueva construcción, se suele requerir una depuración intensiva del aire interior durante los seis primeros meses.
Otras rutas de impurezas
Habitualmente se trasladan muebles antiguos, otros bienes personales y tejidos a los edificios de nueva construcción, y en ocasiones han sido utilizados previamente en un edificio con problemas en la calidad del aire interior. En este caso, el mobiliario y los materiales pueden portar impurezas que podrían causar síntomas a las personas que utilicen el nuevo edificio. Los materiales dañados deben desecharse antes de trasladar el mobiliario y los bienes personales. Una norma general consiste en limpiar todos los materiales duros minuciosamente. Los materiales blandos (por ejemplo, almohadillas, alfombras, etc.) deben lavarse a la temperatura más alta posible, de acuerdo con las instrucciones de lavado. Puede aplicarse ozonización para limpiar grandes muebles o bienes personales de difícil limpieza.
FUENTES:
1) Pesonen-Leinonen, Eija: Sisäilman käsiteet ja siivouksen rooli.
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