El polvo que despiden los procesos industriales, diversas funciones y los movimientos que tienen lugar en las instalaciones industriales, se mezcla con el aire interior y crea problemas para muchas empresas. Además del polvo que generan los procesos industriales, la suciedad que entra del exterior plantea nuevos desafíos a las plantas de producción. Ni la limpieza periódica de las instalaciones consigue atajar completamente el problema del polvo. Los viejos sistemas de ventilación también plantean desafíos: han quedado obsoletos y ya no se adaptan a las necesidades actuales independientemente de que en el momento de su fabricación sí cumplieran las normativas correspondientes.
Los textos de las viejas normativas son a menudo ambiguos, y en ellos se suele afirmar, por ejemplo, que la ventilación debe ser adecuada y la calidad del aire interior satisfactoria, sin precisar lo que quieren decir exactamente los términos "adecuada" y "satisfactoria". Hoy en día, el aire interior puede estar compuesto por suciedad completamente distinta a la de hace tres décadas.
Si prevenimos que la suciedad afecte a los bienes de producción, lograremos reducir la frecuencia de las tareas de limpieza, servicio y mantenimiento de los aparatos.
Un proceso de producción más rentable desde el punto de vista de costes gracias al uso de un aire interior limpio
Si prevenimos que la suciedad afecte a los bienes de producción, lograremos por un lado reducir la frecuencia de las tareas de limpieza, servicio y mantenimiento de los aparatos, y por otro aumentar la eficiencia de la producción. En la práctica, esto significa menos paradas y más tiempo efectivo de producción. El número de productos defectuosos y de devoluciones de productos cae significativamente. La eficiencia de la producción mejora y bajan los costes de producción y la cantidad de residuos. La acumulación de polvo en los almacenes también es mucho menor.
La acumulación de polvo en los almacenes pone en peligro la durabilidad y la calidad de los productos.
Las soluciones eficientes de purificación de aire mejoran la durabilidad de los bienes almacenados
Prevenir que los bienes de producción se ensucien no siempre es suficiente. La acumulación de polvo en los almacenes puede causar problemas de durabilidad y calidad en los productos. Las carretillas elevadoras a diésel emiten gases de escape que deben tratarse de manera especial en el sector de la producción alimentaria. Los neumáticos de caucho tienen un roce continuo con los suelos de hormigón y esto produce partículas de polvo de hormigón que permanecen suspendidas en el aire. Además, la apertura de las puertas de los almacenes para realizar las operaciones de carga hace que entre suciedad del exterior y que se mezcle con el aire interior, y esta suciedad siempre encuentra la manera de penetrar en las cajas almacenadas. La importancia de tener un aire interior limpio es algo en lo que no solemos pensar.
Quizás deberíamos, ya que operar en un entorno de aire limpio puede generar ahorros considerables. Si realizar limpiezas intensivas del aire interior permite, por ejemplo, alargar el tiempo de consumo de un alimento procesado un día más, los beneficios de instalar un sistema eficiente de purificación de aire pronto se hacen evidentes.
Si lo desea, puede descargar información más detallada sobre los impactos de tener un aire interior limpio en el trabajo.
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